sábado, 5 de julio de 2008

A propósito de la carta de una suicida


Del Suicidio sabemos casi nada. Si nos hiciéramos ciertas preguntas, como, por ejemplo, ¿el Suicidio es bueno, o es definitivamente malo? Fijándonos en la Historia de la Humanidad, no tendríamos respuesta definitiva. Incluso la misma Sagrada Escritura, menciona varios suicidios, pero no hace sino eso: nombrarlos, narrarlos, pero sin emitir juicio alguno sobre ellos.

Si preguntáramos por estadísticas seguras sobre el Suicidio, tampoco obtendríamos una respuesta certera: muchas muertes registradas como “accidente” fueron verdaderos Suicidios, muchas otras calificadas en el acta de defunción como muertes naturales, en realidad fueron suicidios, y muchas anotadas como suicidios, fueron asesinatos ocultos.

Si lo que queremos es tener una definición del Suicidio, aún no la encontramos. Las definiciones que tenemos se fijan más que nada en lo relacionado con el campo propio del investigador. Y Mc Intosh enseña que la palabra Suicidio se refiere no únicamente a un acto singular, sino también a una variedad de conductas que lo acompañan, como deseos, pensamientos, intención, intentos, gestos y muchas más. En una persona suicida encontraremos siempre series muy diferentes de emociones contradictorias, sentimientos buenos y malos, actitudes internas positivas y negativas, deseos virtuosos y viciosos, actos sanos y enfermizos, y un estrés interior, fuerte y sin esperanza, concreto e individual. Todo lo cual nos dificulta encontrar una definición satisfactoria.

Y si nos cuestionamos buscando la causa de un suicidio, si lo que quisiéramos fuera contestar a la aparentemente sencilla pregunta, “¿por qué se suicidan los Hombres?”, tampoco daríamos con una respuesta. La Causa, la Causa última, la Causa profunda que lleva a un ser humano al Suicidio, nadie la conoce. Ni siquiera el mismo que se suicida. Como tampoco sabe por qué se deprimió quien está padeciendo de una depresión clínica severa.

¿Qué es lo que sí sabemos sobre el Suicidio? Respuesta: con seguridad sólo pocas cosas, pero cada una de ellas, sumamente importante. Conocemos que un suicida no es ni cobarde ni valiente, y que tampoco está loco necesariamente. Sabemos que el suicida es una persona como Usted y como Yo, solamente que está sufriendo una cruel y desquiciante Desesperanza, la cual es una tragedia, probablemente la peor de las tragedias.

Sabemos que el Suicida siempre planea su acto y en ocasiones durante años; por eso escogen, generalmente, fechas, o métodos, o lugares, para cometerlo.

Sabemos que todo Suicida tiene un camino que debe recorrer y que lo conocemos con el nombre de “Los Momentos del Suicida”, y que son Ideación Suicida, Conducta Suicida y Acto Suicida, que son Momentos que nos dan tiempo, si los podemos entender, para salvar una vida: la vida del que, por su desesperanza, quiere matarse. Y en esto está, precisamente, la enorme responsabilidad de quienes se dedican a la Suicidiología Clínica.

Conocemos que hay un perfil que corresponde a la personalidad suicida. Este perfil consta de cuatro elementos. Uno, el deseo de matar. Dos, el deseo de ser matado. Tres, el deseo de morir. Cuatro, ver la Muerte con fascinación.
Y, finalmente, sabemos que las cartas que dejan muchos suicidas, no nos hablan de la causa, del motivo que los llevó a la fatal determinación de quitarse la vida. Dichos mensajes nos hablan, solamente, de la situación emocional que tenían cuando escribieron su último mensaje.

Transcribo una carta de una mujer suicida dejando igual la ortografía, la puntuación, y la manera de expresión, tal como está en el original. Se trata de una mujer que tenía tan sólo treinta años de edad cuando se mató. Divorciada. Su ex marido le quitó, a base de trampas legales llevadas por un abogado inmoral, a su hijo de 6 años arguyendo una supuesta locura de la madre, locura inexistente pero en la que el juez creyó. Esto sucedió cinco años antes del suceso. Queriendo rehacer su vida, se hizo novia de un sujeto que, después de lograr que confiara plenamente en él, la abandonó en un supuesto ataque de celos, golpeándola hasta dejarla desmayada y con fracturas de costillas, en una noche de borrachera que él pasó con sus amigos. Parece que a él le escribe la frase final de esta carta:

“¡Hola!

Escribo esto para manifestar mi decisión de no pertenecer a este mundo, no creo ser parte de esta vida, ni de las personas que me rodean, causando lástima, compromiso, carga, disgusto para todos.
Para mí es una angustia saber que estoy demás y preocupo a la gente cuando no vale la pena, considero que es lo mejor para mí y después de todo para las personitas que están ligadas a mí.
Quiero que sepan que esto no es una tontería, lo he analizado bien, tengo tiempo de hacerlo, estoy consciente de que con esa decisión ayudo a todos y eso me hace sentir mejor, al menos puedo decir que sirvo de algo.
Querer a la gente te hace sufrir porque no es suficiente, y yo no sé hacer daño a nadie, no quiero llegar a ser una persona insensible, fría y sin sentimiento, lo he intentado pero no puedo y me siento más vacía de lo que estoy, así como no soy mujer de proporcionar amor o ser alguien como para hacer sentir que soy importante en la vida de alguien, con esto trato de evitarme dolor.
Nadie entiende realmente lo que soy y siento, mi hijo, mi bebé, mi familia, mis amigas y amigos y los enemigos también, no se preocuparán o no perderán su tiempo pensando dónde estoy, quien soy, qué pienso, ni para donde voy. No quiero llegar a dejar de querer o amar a los que quiero y amo, por eso me dejaré a mí misma para estar a donde pertenezco, un lugar donde a las personas como yo las olvidan.
Los quiero y te quiero mucho. Atentamente”

Como toda carta escrita en circunstancias similares, no nos dice la causa real de su determinación. Pero sí, entre otros mensajes que están escritos, nos describe perfectamente el Perfil Suicida:

El Deseo de Matar. Está escrito de manera muy explícita en ciertas sentencias, como: “Nadie entiende realmente lo que soy y siento”, o en esa otra: “Considero que es lo mejor para mí y... para las “personitas” que están ligadas a mí”. Igualmente en la descalificación que hace de quienes dicen quererla: “Yo no sé hacer daño a nadie, no quiero llegar a ser una persona insensible, fría y sin sentimiento”.

El Deseo de ser Matada: También aparece muy claramente en estas frases, entre otras: “Para mí es una angustia saber que estoy demás...” O cuando escribió: “No quiero dejar de querer y amar a los que quiero y amo”. Y quizás más abiertamente en este renglón: “Mi hijo, mi bebé, mi familia, mis amigas y amigos y los enemigos también, no se preocuparán o no perderán el tiempo pensando dónde estoy, quién soy, qué pienso, ni para dónde voy”.

El Deseo de Morir aparece con mucha fuerza, desde la primera frase de su carta, luego de un saludo seco y sumamente breve: “¡Hola! Escribo esto para manifestar mi decisión de no pertenecer a este mundo”, inicio de su carta que continúa diciendo: “no creo ser parte de esta vida, ni de las personas que me rodean, causando lástima, compromiso, carga, disgusto para todos”. Y más adelante cuando escribió: “Quiero que sepan que esto no es una tontería, lo he analizado bien, tengo tiempo de hacerlo, estoy consciente de que con esta decisión ayudo a todos y eso me hace sentir mejor, al menos puedo decir que sirvo para algo”.

Por último está el ver la Muerte con fascinación. “Me dejaré a mí misma para estar a donde pertenezco”. Y quizás de una manera abierta cuando escribe: “Con esto trato de evitarme dolor”.
En esta carta está definido su Perfil Suicida. También la confesión de que la idea de matarse apareció con varios años de antelación. ¿Cuántos? No lo sé. Pero, al menos, desde que comenzaron las fuertes crisis de su vida matrimonial. En todos los casos, la idea del Suicidio aparece por una causa dolorosa, que va creciendo poco a poco, hasta hacer de la vida algo insoportable.

Esta es otra enseñanza que nos da la misma carta. Hubo en la vida de esta mujer, una época, larga por necesidad, de Ideación Suicida: a partir de que fue consciente de que solamente causaba lástima, compromiso, carga y disgusto a todos. A partir de fue consciente de que, matándose, sería la manera como podría ayudar a todos, pensamiento que la hizo sentirse mejor, porque así supo que, finalmente, podría servir de algo a alguien. ¿Cuánto tiempo vivió así? Muchos años, ¡muchos!, más de los que tiene su hijo, su bebé.

De la Ideación cambió a la Conducta Suicida. Nos lo dice al afirmar que intentó ser una persona insensible, fría y sin sentimiento, pero que, al no lograrlo, se siente más vacía de lo que empezó a estar a partir del instante mismo en el que inició el camino del calvario que la llevó al Suicidio, según confiesa.

Por eso, porque nadie la supo escuchar, porque nadie la entendió, como ella misma reclama, llegó al momento final: el Acto Suicida.

Además, la carta nos muestra otras emociones casi siempre presentes en todos los suicidas. Éstas son: principalmente el inmenso sentimiento de incomprensión. Esta mujer la siente de una manera tan fuerte, que la lleva a la desesperanza total. Nos dice: “Querer a la gente te hace sufrir porque no es suficiente”. Sentimiento que conduce a la terrible y desesperante conclusión: “No soy mujer de proporcionar amor o ser alguien como para hacer sentir que soy importante en la vida de alguien”, y eso, a pesar de saber “que quiere y que ama”.

Y su Desesperanza es total cuando afirma que, a pesar de todo su esfuerzo y de toda su lucha, sólo le queda hacer una cosa: matarse y ser olvidada: “Por eso me dejaré a mí misma para estar a donde pertenezco, un lugar donde a las personas como yo las olvidan”.

¿Quiénes las olvidan? Aquellos que las deben amar. Y así termina su dramática despedida: “Los quiero y te quiero mucho. Atentamente”.

Quise hacer un breve análisis de esta carta que, en lo personal, me impresionó mucho cuando la leí. Mi intención es que, si entendemos y comprendemos lo que esta mujer vivió y nos dejó escrito, podamos entender y comprender mejor a quienes se acerquen a nosotros en busca de una esperanza de vida, dando los Gritos que Piden Ayuda que son los que constituyen los Momentos del Suicida, que seamos capaces de descubrir los elementos del Perfil Suicida, para que así, ¡salvemos una vida!

Hagamos del Suicidio, una Muerte Innecesaria.


Dr. L. Alfonso Reyes Zubiría
Presidente Honorario Vitalicio de la
Asociación Mexicana de Tanatología, A.C.

7 comentarios:

  1. hola yo habeses coinsido con la idea de morir lo he intentado muchas ocaciones pero siempre me ha quedado la espina de hacerlo pero yo no tengo motivos de tristeza si no de querer descansar por k la verdad es duro vivir por vivir lo k pasa es k yo se k existen personas k me kieren pero aveses de hecho en veces duele vivir y morir duele por el momento pero despues descansas si alguien lo logra leer necesito una forma de no darme por vencida solo le pido a dios k me perdone por mis malos juicios hasta luego

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  2. Anónimo9:55 p.m.

    3 Ocasiones y en una pase a la accion: en las dos primeras todo quedo en esas noches terribles y la tercera lo lleve acabo tomandome todas las pastillas para presion y tratandome de cortar las venas, cuando me estaba enterrando el cuchillo me detuve.

    Ahora sigo igual de jodido en toda la extension de mi vida y como si fuera poco me acaban de diagnoticar diabetes, lo cual por raro, contradictorio, petetico y gracioso no deseo morir ahora si no vivir con todos mis problemas, luchar y trata de tener exitos, vivir.

    Pero a un la idea del suicidio ronda mi mente pero ya no por los mismos motivos de antes que ahora si no por temor a que la enfermedad empeore y no me permita vivir dignamente o luchar por mis sueños. Por lo tanto estoy juntando dinero para comprarme un arma que en caso dado de que mi estado de salud empeore pues no esperar a milagritos o que terceros tomen decisiones por mi.

    Lo irnico tambien, a pesar de que deseo vivir es que la idea me llena de paz y tranquilidad, esta teniendo el mismo efecto que una imagen religiosa para un creyente.

    Ella es mi libertad y si mi salud empeora, que sea ella quien tome mi vida y en olvido quedar.

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  3. Anónimo9:58 p.m.

    Hola Yuliana.

    Me gustaria platicar contigo, tal vez nos entendamos o no, pero seria agradable tratarnos, total estamos en el mismo barco.

    mi correo tambien funciona para el msn messenger: ceibga@gmail.com

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  4. Anónimo12:43 a.m.

    El Dr. Reyes Zubiría ha de saber de qué habla cuando habla, quiero suponer. Sin embargo, su exégesis de esa carta resulta muy pobre, incluso para una entrada en un blog meramente divulgativa. Tampoco no son más que titulados tan simplistas que no dicen nada tanto los "momentos del suicida" como el "perfil". Un punto especialmente conflictivo en este sentido: el deseo de matar. No hay ninguna explicación responsable sobre este punto, y lo que se pretende como leído en "explicítas sentencias" no tiene ninguna consistencia para denominarlas de tal modo. Este tipo de vaguedades pueden llevar a pensar que un suicida es un asesino, eventualmente, sesgo sumamente peligroso.
    Tal vez se trate de un doctor hábil en algún sentido, pero no al momento de analizar un texto ni de exponer sus bases analíticas, lo que no es para nada insignificante en quienes deberían atender muy seriamente a la expresión discursiva.
    Francamente, da algo de miedo que personalidades "prestigiosas" se expresen tan liviana y mediocremente.

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  5. Anónimo2:50 a.m.

    Hoy quiero morir,después de acariciar la idea como a un felino rabioso que mientras bebé mi llanto, me perfora el cuello. A ti vida, traidora y farsante, regalo mi belleza y talentos, mis logros y fracasos junto con mi yugular, tan mía como ahora sangrante e irreparable... Los hinchados ojos cierro y parto, por piedad: Yaaaa!!!

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  6. Anónimo2:51 a.m.

    Hoy quiero morir,después de acariciar la idea como a un felino rabioso que mientras bebe mi llanto, me perfora el cuello. A ti vida, traidora y farsante, regalo mi belleza y talentos, mis logros y fracasos junto con mi yugular, tan mía como ahora sangrante e irreparable... Los hinchados ojos cierro y parto, por piedad: Yaaaa!!!

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  7. Anónimo12:35 a.m.

    Un familiar mio murio, si el se suicido y no pudimos en su momento ver todos esos puntos de alerta, nosotros pensando que era un chantaje emocional...por que nuestras autoridades no estan capacitadas para orientarnos y así evitar este tipo de muertes tan dolorosas...si yo hubiese leido antes..pero el hubiera no existe!!!!

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