Para un paciente, escuchar la voz de un familiar puede significar la diferencia entre un deceso solitario o uno con cierta tranquilidad. |
Para un paciente, escuchar la voz de un familiar puede significar la diferencia entre un deceso solitario o uno con cierta tranquilidad.
Especialistas en medicina y tanatología se pronunciaron por promover más en los hospitales del país la iniciativa “el derecho a decir adiós”, que consiste en permitir a los pacientes en etapa terminal por coronavirus covid-19 conversar mediante videollamadas con sus familiares, a fin de que ambas partes transiten esta etapa con la mayor paz y tranquilidad posible.
Además, consideraron que la mejor manera para ayudar a bien morir a los pacientes es que se brinde información sobre la evolución de la enfermedad en todo momento, tanto a los familiares como al afectado.
Alejandra Luna García, maestra en psicología social de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Zaragoza de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explicó que la información es vital en momentos de amplia incertidumbre por el deceso de un familiar.
Luna García expuso que en México podría ponerse en marcha de manera más amplia, la iniciativa “el derecho a decir adiós” que surgió en Milán, Italia, cuando en el Hospital San Carlo compraron una veintena de tabletas para ayudar a los pacientes a que en sus últimos momentos de vida hicieran videollamadas, con el auxilio del personal sanitario.
“En los casos en los que la muerte será inevitable, no vamos a evitar el anuncio de choque, pero sí podemos minimizarlo si los familiares tienen un seguimiento del paciente con información, esto también va preparando a la persona para que asimile una posibilidad de muerte.
“Aquí es importante ese acompañamiento a la distancia, un derecho a decir adiós a la distancia, podría hacerse con el auxilio de Ipads, celulares, videollamadas. En otros países como Italia fue de gran ayuda esta estrategia”, explicó.
La doctorante en tanatología insistió que pese a que los sistemas hospitalarios se puedan ver rebasados, es necesario que no descuiden los mecanismos de contención a la familia, es decir, que exista un informe constante a los familiares sobre las condiciones del paciente y con esto se eviten especulaciones sobre lo que está ocurriendo al interior del nosocomio o la manera en que están siendo tratados los enfermos.
“El cerebro quiere tener una lógica en este proceso y en el caso de las muertes repentinas es muy complicado para las familias, entonces los allegados se empiezan a configurar muchas preguntas que son naturales durante el duelo: ¿Qué hubiera pasado si...?, ¿Qué hubiera hecho? pero que se pueden aliviar o hace más llevaderos si hay información constante de por medio”, resaltó en entrevista con MILENIO.
En tanto, Felipe Martínez , Presidente de la Asociación Mexicana de Tanatología, A.C., coincidió que una manera de ayudarles a encontrar paz a los pacientes en situación crítica es permitirles videollamadas con sus familiares.
Martínez explicó que aunque el personal de salud está capacitado para manejar a pacientes en condición terminal y a sus familiares, un contexto de pandemia pone a prueba a cualquier profesional de la salud, por lo que debe haber equipos bien identificados para colaborar en las estrategias de comunicación entre pacientes y familiares.
Para un paciente, recalcó, escuchar la voz de un familiar en el último momento de vida, puede significar la diferencia entre un deceso solitario o uno con cierta tranquilidad.