Reflexiones Tanatológicas sobre la Dignidad en el Morir
La Interrogante Crucial del Siglo XXI: Vivir para Morir con Dignidad
La Asociación Mexicana de Tanatología (AMTAC) llevó a cabo su sesión académica mensual durante el mes de octubre, dedicado a la celebración de los cuidados paliativos. El evento fue dirigido por el Dr. Felipe Martínez Arronte, Presidente de la AMTAC, quien es médico con especialidad en medicina interna, geriatría y una maestría en cuidados paliativos. La sesión se centró en la fundamental pregunta: "¿Cómo podemos vivir para morir con dignidad?".
Esta interrogante es esencial, pues se ha señalado que lograr una muerte digna es uno de los grandes objetivos de la medicina en el siglo XXI. La tanatología, que busca constantemente la reflexión, nos invita a considerar la vida como el gran camino a recorrer antes de llegar al momento de la muerte, entendiendo que la muerte no es el opuesto de la vida.
De la Hospitalización a la Humanización
Históricamente, la preocupación por un "buen morir" siempre ha estado presente, como lo demuestra la publicación del texto ARS Moriendi (El Arte de Morir) alrededor del año 1450, que ofrecía recomendaciones para este fin. Sin embargo, la atención médica ha experimentado profundos cambios.
Durante el siglo XX, los objetivos primordiales de la medicina se enfocaron en curar enfermedades y prolongar la vida, impulsados por grandes avances tecnológicos. Esta mentalidad llevó a que la medicina considerara a la muerte como "la enemiga más importante" a combatir. Como consecuencia, la muerte que tradicionalmente ocurría en un entorno familiar, se transformó en una muerte hospitalizada, medicalizada y con gran tecnología.
En contraste, el siglo XXI demanda un enfoque renovado. Los esfuerzos actuales en tanatología y cuidados paliativos buscan ya no hablar de "enfermos" o "pacientes", sino de "personas", atendiendo sus necesidades de manera integral.
La Meta: Ortontanasia y el Cuidado Total
La tanatología y los cuidados paliativos se vinculan intrínsecamente. En este marco, se incorpora la Ortotanasia como uno de los objetivos fundamentales. El término se traduce como la muerte correcta o recta, y se define como el acto de permitir que la muerte suceda de forma natural.
La Ortotanasia implica suspender tratamientos inútiles que solo prolongan la agonía y el sufrimiento de la persona, sin prolongar o adelantar deliberadamente la muerte. El enfoque es garantizar que la persona continúe recibiendo cuidados y, crucialmente, que su dolor sea controlado.
La meta central de los cuidados paliativos es la calidad de vida. Un aspecto clave a considerar para evaluar la calidad de vida es el sufrimiento de la persona, ya que una persona con dolor incontrolable no puede tener una muerte digna. La doctora Cicely Saunders legó un mensaje fundamental: en tanatología y cuidados paliativos, no se ayuda a morir, sino que se ayuda a la persona a vivir hasta que muera, sin sufrimiento, hasta el último segundo.
Para lograr esto, el enfoque debe ser el Cuidado Total (concepto acuñado por Saunders y Tyckros), que integra alta tecnología con alto acercamiento (alto acercamiento). Se destacó que a menudo se da prioridad a la tecnología, descuidando el acercamiento personal necesario para cubrir las necesidades de confort y paz de la persona en su proceso de morir.
Autonomía y Preparación: Pilares de la Dignidad
Morir dignamente implica que la persona pueda ejercer el derecho a tener control sobre el final de su vida. Esto requiere que se respete la autonomía del individuo y se le permita ser el centro de la toma de decisiones.
Una herramienta fundamental para asegurar esta autonomía es la Voluntad Anticipada. Este documento permite a la persona expresar de antemano sus deseos sobre tratamientos médicos que desea o no recibir, y designar a un representante.
Además de la autonomía legal, es vital la preparación personal. Si nos preparamos para eventos como el matrimonio o la jubilación (que inclusive puede requerir un trabajo de duelo), ¿qué tanto nos preparamos para morir?. La tanatología nos insta a mirarnos en el espejo de nuestra propia muerte y aceptar nuestra mortalidad.
Un componente esencial para lograr la paz en el morir es la reconciliación: perdonar a otros y perdonarse a sí mismo por errores cometidos, solucionando conflictos pendientes, a menudo familiares.
La Sabiduría ante el Miedo a la Muerte
La sesión también abordó el miedo a la muerte, señalando que el temor omnipresente a la muerte es la causa primera y más importante del sufrimiento humano, según el filósofo Epicuro.
Aceptar la mortalidad no exime del miedo a la muerte. No obstante, mirar a la muerte de frente puede enriquecer la vida y servir como una experiencia de despertar.
El Dr. Martínez Arronte citó a Nietzsche, quien señalaba que "aquel que tiene un porqué para vivir, se puede enfrentar a todos los cómos". La meta es vivir con plenitud, vitalidad y audacia para poder morir sin lamentarlo. Morir en el momento justo (acorde a la Ortotanasia) implica no adelantarlo ni retrasarlo. Una participante de edad avanzada compartió su experiencia, indicando que el conocimiento de su fin la motivaba a vivir los años restantes de la mejor manera, manteniendo proyectos y un sentido en la vida.
Finalmente, morir dignamente implica asegurar que la voluntad de la persona sea escuchada y que no se le niegue el derecho a ser considerada la persona más importante y protagonista de su propio proceso.
Invitación: AMTAC reitera la invitación a la comunidad a profundizar en el tema, destacando la necesidad de difundir la importancia de los cuidados paliativos como una necesidad imperante en el siglo XXI.
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