miércoles, 14 de mayo de 2025

El dolor de una madre privada de libertad

 



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En una reciente y conmovedora sesión académica organizada por la Asociación Mexicana de Tanatología, A.C. (AMTAC), los especialistas Efraín Sosa Morfa y Vanessa Paola Muñoz S de León arrojaron luz sobre una realidad a menudo invisible y dolorosa: "El Dolor de una Madre Privada de Libertad". La presentación exploró las múltiples capas de sufrimiento que enfrentan estas mujeres y las profundas cicatrices que esta situación deja en sus hijos y en la sociedad.

Uno de los aspectos más impactantes destacados fue la manifestación física y simbólica del dolor por parte de las madres encarceladas. En un acto de desesperación y protesta silenciosa, se describió cómo estas mujeres llegan a coserse los labios con aguja e hilo mientras entonan canciones de cuna, especialmente en fechas cargadas de significado emocional como el Día de la Madre. Esta imagen cruda subraya la profundidad de una angustia que va más allá de la simple pérdida de la libertad.

La sesión también abordó el cruel estigma social que enfrentan estas mujeres. A diferencia de los hombres en situaciones similares, las mujeres encarceladas a menudo experimentan un abandono casi total por parte de sus redes de apoyo, enfrentándose a un "doble duelo": el de la pérdida de su libertad y el del rechazo social y familiar. Este abandono agrava su sufrimiento y el de sus familias en el exterior.

Una cifra alarmante que resonó en la discusión es la de los 436 niños, desde recién nacidos hasta los seis años, que vivían en centros penitenciarios en México en 2021. Estos pequeños crecen en un entorno que les niega una infancia normal, privados de juegos, interacciones materno-filiales naturales y, en ocasiones, recibiendo alimento a través de las rejas. Esta privación temprana, señalaron los expertos, puede derivar en "estrés tóxico", afectando su desarrollo emocional y aumentando el riesgo de problemas como baja autoestima, conductas de riesgo, depresión y ansiedad en etapas posteriores de su vida.

Se introdujo el concepto de "duelo blanco", un término que describe un tipo de aflicción no reconocida o validada socialmente. El encarcelamiento de un ser querido, y en particular el de una madre, encaja dolorosamente en esta categoría, dejando a quienes lo sufren sin un espacio legítimo para procesar su pérdida.

Los ponentes aplicaron las etapas del duelo de Elisabeth Kübler-Ross al contexto del encarcelamiento, describiendo un arduo camino que va desde la incredulidad y la negación inicial, pasando por una ira persistente que puede transformarse en agresión, hasta intentos de manipulación para recuperar la libertad. La aceptación, señalaron, es una etapa raramente alcanzada, siendo reemplazada a menudo por un blindaje emocional como mecanismo de supervivencia. Este proceso se ve agravado por la pérdida de identidad y autonomía, donde las internas dejan de ser individuos para convertirse en números de expediente o apodos ligados a sus delitos.

Ante este panorama desolador, la tanatología emerge como una herramienta crucial. El acompañamiento tanatológico, enfocado en la escucha empática, la validación de las emociones y la orientación, se vuelve fundamental. Técnicas como el dibujo de la figura humana, ejercicios de respiración, la escritura terapéutica y la imaginería guiada son empleadas para ayudar a estas mujeres a procesar su dolor y desarrollar estrategias de afrontamiento.

Finalmente, la sesión fue un vehemente llamado a la concienciación social. Los especialistas instaron a la sociedad a modificar su percepción sobre las personas privadas de libertad, recordando que muchas de ellas provienen de entornos de abuso y pobreza, o incluso pueden estar encarceladas injustamente. Se abogó por un enfoque humanista en la rehabilitación, que reconozca y atienda las dimensiones espirituales, emocionales y sociales de cada persona.

Esta profunda reflexión nos invita a mirar más allá de los muros de las prisiones y a reconocer el dolor silencioso de las madres encarceladas y el impacto duradero en sus hijos, un tema que demanda mayor atención, empatía y acción por parte de todos.



El Dolor de una Madre Privada de Libertad: Un Vistazo desde la Tanatología

La reciente sesión académica virtual de la Asociación Mexicana de Tanatología (AMTAC), titulada "El dolor de una madre privada de libertad", abordó una temática profundamente sensible y, a menudo, invisibilizada. La sesión fue presentada por el Dr. Roberto Rosales y contó con la valiosa participación de los especialistas Efraín Sosa Morfa, enfermero y tanatólogo, y Vanessa Paola Muñoz C. de León, licenciada en enfermería con maestría en Psicooncología. El objetivo principal fue explorar las múltiples dimensiones del duelo que experimentan las madres encarceladas y sus hijos, así como el papel fundamental del apoyo tanatológico en este contexto.

La Pérdida de la Libertad y el Doble Duelo Desde el inicio, se destacó que la reclusión implica mucho más que la simple pérdida de la libertad. Para las madres, ya sea que vivan con sus hijos dentro de prisión o tengan a sus hijos fuera, el dolor de la pérdida de la libertad es inmenso. Se subraya un "doble duelo": tanto para la mujer encarcelada como para sus familiares fuera, quienes a menudo también son olvidados o sufren un estigma social. La sociedad recrimina a la mujer privada de libertad y, a diferencia de los varones, las visitas tienden a disminuir con el tiempo, dejando a las mujeres en un aislamiento aún mayor.

Las Emociones y Consecuencias del Encierro Las madres reclusas experimentan una compleja gama de emociones, incluyendo culpa, ira, ansiedad y miedo. La preocupación constante por lo que les pueda pasar a ellas o a sus hijos dentro de la cárcel genera un estrés que no les permite dormir, comer o vivir plenamente. Además, la privación de libertad conlleva una pérdida de identidad y autonomía, donde la persona deja de ser un individuo para convertirse en un número o un apodo ligado a su delito. La falta de control sobre aspectos básicos como la comida o la seguridad personal acentúa esta pérdida. También se observa una "anestesia emocional" como mecanismo de defensa, donde las mujeres se acorazan y suprimen sus sentimientos para no mostrar debilidad.

El Dolor Silencioso de los Niños en Prisión Un aspecto crucial de la sesión fue la situación de los niños que viven con sus madres en prisión. Según una investigación de 2021, 436 niños entre recién nacidos y 6 años vivían en centros penitenciarios en México. Estos niños son víctimas indirectas y silenciosas de la justicia mexicana, viviendo rodeados de carencias y en ambientes inadecuados. Se ven privados de una niñez normal, lo que genera estrés tóxico que afecta su desarrollo cerebral y bienestar inmediato. Pueden desarrollar problemas emocionales, lingüísticos, educativos y motrices, con un mayor riesgo de depresión, ansiedad y aislamiento en la adolescencia. La ley mexicana permite que los niños permanezcan con sus madres hasta los 3 años, momento de una dolorosa separación anticipada.

Tipos de Duelo y Reacciones a la Pérdida La sesión profundizó en el concepto de duelo, destacando que es una reacción normal a la pérdida. Se hizo énfasis en el "duelo blanco" o "duelo silencioso", que es aquel que, para la persona que lo experimenta, tiene un significado profundo, pero para otros puede no ser reconocido o validado. Ejemplos incluyen la pérdida por aborto, la violación, o la muerte de un familiar considerado "delincuente". Las reacciones al duelo en prisión, adaptadas de las etapas de Elizabeth Kübler-Ross, incluyen:

  • Incredulidad (negación): Dificultad para aceptar el encierro.
  • Ira/Coraje: Que se manifiesta en agresividad.
  • Manipulación (negociación): Intentos por conseguir la libertad.
  • Aceptación: Rara vez se alcanza completamente, especialmente con condenas largas, debido a la ira y la "coraza" de protección.

El Apoyo Tanatológico: Un Faro de Esperanza La intervención tanatológica se presenta como un apoyo vital para las personas privadas de libertad y sus familias. El tanatólogo acompaña, orienta y ayuda a procesar las emociones y desarrollar estrategias de afrontamiento. Es un apoyo bidireccional, que asiste tanto al recluso como a los familiares en el exterior. Se destacó la importancia de:

  • Escucha activa y la empatía, sin juzgar la razón de su encarcelamiento.
  • Utilización de técnicas de intervención específicas como la figura humana, ejercicios de respiración, llevar un diario, y la imaginería (visualización guiada) para promover la paz y la tranquilidad.
  • Creación de rituales simbólicos, como el uso de una prenda de la madre para un osito para el niño que será separado, para mantener el vínculo y permitir el procesamiento del duelo.
  • La necesidad de un equipo interdisciplinario (psicólogos, médicos, trabajadores sociales) para una atención holística que busque la readaptación social y la resiliencia.

Reflexión y Llamado a la Acción La sesión concluyó con un llamado a la sociedad para dejar de juzgar y estigmatizar a las personas privadas de libertad, reconociendo su humanidad y las complejas historias que a menudo las llevaron a esa situación. Se enfatizó que la educación y el apoyo deben venir desde casa para inculcar valores y conciencia social. La experiencia en el Centro Penitenciario de Tepepan, que cuenta con servicios médicos de calidad, se mencionó como un ejemplo positivo.

Este encuentro académico resaltó la urgencia de investigar más sobre el duelo en contextos de privación de libertad y la necesidad de sensibilizar a la comunidad sobre esta realidad, buscando siempre la reinserción social y el bienestar de quienes se encuentran en estas circunstancias.


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