Reseña del Curso: "Aprendiendo y Desarrollando mi Ser Compasivo"
Introducción: La Asociación Mexicana de Tanatología, A.C., se complace en presentar una reseña del curso de formación continua "Aprendiendo y Desarrollando mi Ser Compasivo", impartido por el Dr. Felipe Martínez Arronte, presidente de nuestra asociación. Este curso es fundamental en el campo de la tanatología, pues busca abordar la importancia de la compasión en el acompañamiento del sufrimiento, un aspecto crucial en el proceso del morir. Dirigido a un público diverso que incluye profesionales de la salud, voluntarios y familiares cuidadores, el programa resalta que la compasión, reconocida como una cualidad distintiva de la mente humana desde hace más de 3000 años, ha recibido una atención renovada en las últimas tres décadas por su profundo impacto en el bienestar mental y social.
Contenido del curso: El Dr. Martínez Arronte guía a los participantes a través de un profundo análisis de la compasión, definiéndola como una destreza que puede potencializarse con dedicación y práctica, comparable al arte de tocar un instrumento musical. Se explora una definición clave: la compasión es la sensibilidad al sufrimiento propio y de los demás, unida a la motivación de aliviarlo y prevenirlo. A lo largo del curso, se enfatiza la distinción entre la amabilidad, considerada un paso inicial y superficial, y la compasión, que implica una profundidad mayor.
El programa se estructura en torno a los tres componentes esenciales de la compasión, basados en el modelo de Paul Gilbert y otros autores:
- Percepción del sufrimiento: Este primer paso crucial implica darse cuenta de que el sufrimiento está presente y desarrollar una atención plena a la experiencia interna y a la interacción con los demás.
- Resonancia empática: Se refiere a ser "tocado por el sufrimiento que percibimos". El curso subraya que la empatía no es innata, sino una habilidad que se aprende y se desarrolla con esfuerzo, implicando el involucramiento con el otro sin caer en el sobreinvolucramiento. Se identifica la indiferencia como el mayor obstáculo a la compasión, alimentada por la deshumanización y la "callosidad del corazón". Un aspecto fundamental para superar esto es el reconocimiento de nuestra humanidad compartida.
- Motivación compasiva: Es el deseo genuino de aportar alivio al sufrimiento que se ha percibido y con el cual se ha resonado. Este componente se divide en la intención (el deseo de que el sufrimiento cese) y la determinación de actuar (hacer algo al respecto). El curso recalca que no actuar sobre la intención puede llevar a la frustración e impotencia.
Adicionalmente, el curso introduce la bondad como un acto de generosidad que se ofrece sin esperar nada a cambio, considerándola una "bondad básica" más profunda que la amabilidad. Se exploran los pilares de la espiritualidad, destacando las conexiones con uno mismo, el entorno, otras personas y la naturaleza, y cómo la compasión ayuda a desarrollar felicidad y significado.
Metodología: La metodología del curso es altamente interactiva y vivencial, comenzando con preguntas de reflexión personal para que los participantes exploren sus propias experiencias de acompañamiento en el sufrimiento. Se fomenta activamente el desarrollo de una "mente compasiva", que orienta motivos, emociones y pensamientos hacia el bienestar propio y ajeno.
Un pilar metodológico es la práctica de la meditación y el mindfulness (atención plena). Se enseña cómo aquietar la mente y cómo esta práctica es esencial para afinar la atención al sufrimiento y estar plenamente presente. Aunque el mindfulness no genera compasión por sí mismo, es un componente necesario que facilita la conexión con la realidad del sufrimiento.
El curso invita a los participantes a la cultivación intencional y explícita de la compasión a través de la elección y práctica diaria de una acción compasiva durante una semana, promoviendo la autoevaluación. Se profundiza en los "tres flujos de la compasión": ofrecer compasión a otros, recibir compasión de otros y ofrecer compasión a uno mismo. La metodología busca que los participantes identifiquen y equilibren estos flujos, reconociendo la importancia del autocuidado y la autocompasión para prevenir el agotamiento.
Beneficios: La participación en el curso "Aprendiendo y Desarrollando mi Ser Compasivo" ofrece una amplia gama de beneficios para los asistentes, impactando tanto a quienes brindan el acompañamiento como a quienes lo reciben:
- Mejora integral del bienestar: La compasión genera un efecto positivo en el cuerpo y la mente, mejorando el estado de ánimo y la autoestima, aliviando la ansiedad y el estrés, y fortaleciendo el sistema inmunológico.
- Satisfacción compasiva: Las conductas compasivas activan los circuitos del placer en el cerebro, lo que se ha denominado "satisfacción compasiva" o el "brillo cálido de la compasión".
- Desarrollo de actitudes constructivas: Se fomenta la generación de estados mentales como el coraje compasivo, que empodera a los individuos para actuar en beneficio del alivio del sufrimiento, tanto físico como emocional, en los demás.
- Resiliencia y prevención del agotamiento: El cultivo de la compasión actúa como un escudo protector frente a la fatiga empática y el burnout, convirtiéndose en un factor de resiliencia en el acompañamiento.
- Fortalecimiento del autocuidado: Se promueve la autocompasión, la capacidad de relacionarse con el propio sufrimiento con empatía y cuidado, lo cual es fundamental para poder ofrecer un acompañamiento sostenible a los demás.
- Creación de culturas compasivas: Al fluir la compasión en sus tres direcciones (hacia otros, de otros y hacia uno mismo), se contribuye a la construcción de culturas y microculturas más compasivas y seguras.
Conclusión: El curso "Aprendiendo y Desarrollando mi Ser Compasivo" es una aportación invaluable para quienes transitan el complejo camino de la tanatología y el acompañamiento humano. Al proporcionar un marco conceptual sólido y herramientas prácticas para cultivar la compasión de manera intencional, el Dr. Martínez Arronte y la Asociación Mexicana de Tanatología, A.C., nos invitan a reflexionar sobre la importancia de nuestra propia vulnerabilidad y la de los demás. La meta es clara: transformar aquello que es difícil en algo significativo a través de acciones compasivas, ya sean grandes o pequeños gestos cotidianos. Al enfatizar que "la compasión nos hace bien" a quien la recibe y a quien la da, y al recordar el legado de figuras como Dame Cicely Saunders, quien afirmó que "tu vida cuenta, tu vida vale hasta el último segundo", el curso impulsa a los participantes a "hacer viral la compasión" y a edificar un mundo donde la paz, la calma y la conexión prevalezcan, incluso ante el sufrimiento.