Ponente: Mtra. Marta Cecilia Mercado
- Antecedentes y componentes de los modelos salutogénicos.
- Implementación en noticias que generan duelos.
- Psicoeducación ante estrés.
- Modelo para restablecer la pérdida y favorecer el duelo.
La esperanza se asemeja a una vela encendida: su luz puede iluminar la oscuridad. En tanatología, consideramos la esperanza un pilar fundamental para sobrellevar el sufrimiento. Lejos de ser optimismo ingenuo, es una fuerza resiliente que permite creer que es posible estar bien nuevamente en el futuro. Esa luz interior puede manifestarse como fe en un reencuentro más allá de la vida o como la simple convicción de que aún hay motivos para seguir adelante.
Cultivar la esperanza durante el duelo no significa ignorar el dolor; al contrario, implica reconocerlo y aun así buscar sentido. Para quienes acompañan a personas en duelo, fomentar la esperanza es ayudar al doliente a descubrir sus recursos para enfrentar la adversidad. Esto implica brindar palabras de aliento, validar sus sentimientos y recordarle que, aunque su vida cambió, no todo está perdido.
Enfoques salutogénicos en tanatología
El enfoque salutogénico se centra en lo que genera bienestar, en lugar de enfocarse solo en la enfermedad o el problema. Aplicado a la intervención tanatológica, nos invita a enfocarnos en qué mantiene a esa persona de pie a pesar de su dolor. En vez de ver el duelo únicamente como un problema a tratar, buscamos identificar y potenciar los recursos que ayudan al individuo a sobrellevar su pérdida.
Esos recursos pueden ser el apoyo de sus seres queridos, su fe o su propósito de vida. La tarea del tanatólogo es ayudar al doliente a reconocer esas fortalezas y aprovecharlas en su sanación. Esta mirada positiva complementa la intervención tradicional, añadiendo un rayo de luz en la oscuridad del duelo.
Mantener la esperanza ante noticias difíciles
Acompañar a alguien que recibe noticias devastadoras –como un diagnóstico terminal o una pérdida repentina– es uno de los mayores desafíos en tanatología. Al inicio, es normal que la persona sienta que el suelo se abre bajo sus pies y que la esperanza se desvanece. El profesional debe brindar un espacio seguro para el shock y la tristeza, y poco a poco ayudarle a recuperar estabilidad emocional.
Mantener la esperanza ante lo irremediable requiere empatía y tacto. No se trata de ofrecer falsas esperanzas, sino de acompañar con honestidad y compasión. Por ejemplo, ante una enfermedad terminal ya no hay esperanza de curación, pero sí de tener calidad de vida en el tiempo restante, de cerrar pendientes y despedirse con amor. Tras una pérdida, la esperanza puede traducirse en aprender a vivir con el recuerdo sin tanto dolor, y en saber que aún habrá momentos de alegría de nuevo. En todos estos casos, la esperanza no borra el dolor, pero lo hace más llevadero.
Psicoeducación para manejar el estrés del duelo
El estrés es una respuesta natural durante el duelo: insomnio, cambios en el apetito, dificultad para concentrarse o fatiga son comunes. La psicoeducación –brindar información y orientación psicológica– ayuda a que la persona entienda que estas reacciones son normales y aprenda estrategias para manejarlas.
Educar sobre el proceso del duelo equivale a ofrecer al doliente un mapa en medio de la tormenta. Saber que sentir enojo o culpa tras la pérdida es algo natural puede aliviar la angustia de quien teme “volverse loco”. Cuando el doliente comprende su proceso, recupera un sentido de control y refuerza su esperanza de salir adelante.
Un modelo para restablecerse tras la pérdida
Existen modelos tanatológicos que sirven de guía para reconstruir la vida tras una pérdida. Suelen incluir pasos concretos (por ejemplo, aceptar la realidad de la pérdida, expresar el dolor y adaptarse a una nueva vida) que sirven de brújula para quien se siente perdido, aunque no sean fáciles. Estos modelos brindan esperanza al mostrar que hay un camino a seguir y que la vida puede reestructurarse incluso después de una pérdida.
¡Te invitamos al curso "La Esperanza en Tanatología"! Si te interesa profundizar en este tema y aprender herramientas prácticas para cultivar la esperanza en el proceso de duelo, no te pierdas nuestro próximo Curso de Formación Continua. Será impartido por la Mtra. Marta Cecilia Mercado Aranda el sábado 29 de marzo de 2025, en vivo por ZOOM, con un horario de 9:00 a 14:00 horas. La cuota de recuperación es de $300 MXN. Inscríbete a través del enlace http://bit.ly/cfctana y forma parte de esta experiencia de aprendizaje y crecimiento. ¡Te esperamos con los brazos abiertos para, juntos, iluminar el camino del duelo con esperanza!
Reseña del curso "La Esperanza en Tanatología"
Introducción
El curso de formación continua en tanatología, "La Esperanza en Tanatología", emerge como una iniciativa crucial en el panorama de la educación en salud, ofreciendo una perspectiva innovadora y profundamente humana sobre el manejo de las pérdidas. Impartido por la distinguida Maestra Marta Cecilia Mercado Aranda, cuya trayectoria abarca la licenciatura en Enfermería y Obstetricia por la ENEO de la UNAM, una especialidad en duelo por la Universidad Intercontinental, diplomados en tanatología, cuidados paliativos y psicotraumatología, y una maestría en Gerencia de Servicios de Salud, este curso representa la culminación de más de 23 años de experiencia y atención basada en evidencia. El objetivo central es dotar a los profesionales y a cualquier persona interesada con herramientas para afrontar y acompañar el duelo desde una óptica de salud y resiliencia, priorizando el bienestar y la esperanza ante la adversidad.
Objetivos de Aprendizaje
El curso se enfoca en la aplicación de los modelos salutogénicos en el campo de la tanatología. Sus objetivos principales incluyen:
- Identificar y aplicar los componentes clave de los modelos salutogénicos en la intervención tanatológica.
- Comprender y gestionar el proceso de duelo desde una perspectiva que fomenta la salud y la recuperación.
- Desarrollar la capacidad para generar recursos internos que permitan afrontar el estrés y las situaciones difíciles.
- Promover el descubrimiento de significado y valor en las experiencias de pérdida, alineándolas con el propósito vital.
- Capacitar a los participantes para inspirar y crear un impacto positivo en la vida de quienes atraviesan un duelo, evitando la retraumatización.
Metodología
La metodología del curso se fundamenta en un modelo de investigación-acción desarrollado y perfeccionado por la Maestra Mercado Aranda y su equipo desde 1997. Este enfoque práctico y basado en la evidencia se distingue por integrar la teoría polivagal del Dr. Stephen Porges y la logoterapia de Viktor Frankl. El curso desglosa el abordaje en tres pilares interconectados que conforman el "sentido de coherencia" propuesto por Antonovsky:
- Comprensión (Comprehensibility/Conocimiento): Se enseña al participante a entender claramente la situación que se vive, incluyendo las reacciones del organismo y los factores que pueden complicar o ayudar. En tanatología, esto implica una explicación detallada del proceso de duelo, utilizando el modelo dual de Margare Stroke, que permite oscilar entre la orientación a la pérdida y la reconstrucción de la vida.
- Manejabilidad (Manageability/Control): Se enfoca en las habilidades y estrategias para hacer frente a la situación. Se introduce la psicoeducación antiestrés, que incluye medidas prácticas como la hidratación adecuada (agua), el consumo de frutas y verduras (especialmente crocantes o crudas), y la actividad física para manejar la cascada del estrés. Una herramienta central es la respiración controlada o vagal, que ayuda a calmar el sistema nervioso y a integrar los hemisferios cerebrales. También se enseña la generación de recursos mediante la activación de recuerdos positivos a través de los cinco sentidos (visual, auditivo, kinestésico, olfativo, gustativo - BACoG) y el auto-anclaje, lo que permite al cerebro fijar sensaciones de bienestar y seguridad.
- Significancia (Meaningfulness/Valor): Este pilar invita a encontrar un propósito o valor en la experiencia de la pérdida, conectándola con el propio proyecto de vida. Se basa en la premisa de que "ninguna situación carece de sentido", y que incluso en el sufrimiento, existe la oportunidad de crecimiento y aprendizaje.
El modelo también se ha aplicado en contextos desafiantes como la pandemia de COVID-19 para personal de salud, así como en escuelas preescolares con niños expuestos a violencia, demostrando su eficacia en diversos entornos. El centro que dirige la Maestra Mercado, Kaipping, colabora con instituciones como el Hospital Regional de Puerto Vallarta y organismos de justicia social, lo que valida su impacto en el campo.
Relevancia
Este curso es de vital importancia en la tanatología porque trasciende el enfoque tradicional de solo gestionar el dolor para abrazar activamente la generación de salud y esperanza. Al capacitar a los participantes para aplicar los modelos salutogénicos, el curso empodera a las personas para que tomen un rol activo en su propio bienestar y en el acompañamiento de otros. La Maestra Mercado Aranda enfatiza que un "cerebro estresado no aprende", lo que subraya la necesidad de primero regular el estado emocional antes de poder procesar la pérdida de manera constructiva. Esta metodología no solo alivia el sufrimiento, sino que también facilita la resiliencia, la adaptabilidad y la búsqueda de un sentido renovado de vida. La evidencia anecdótica de mejoras significativas en la recuperación de pacientes y la menor carga emocional para los profesionales resalta su eficacia. La posibilidad de descargar material (como trípticos) para la práctica y continuar la investigación a través de recursos como el sitio web STARS (Sociedad para la Teoría y la Investigación de la Salutogénesis) amplía su alcance y utilidad.
Testimonios
Los testimonios de los participantes reflejan la transformación profunda que el curso ofrece:
- Profesionales de la salud, como la anestesióloga Christi, valoran cómo el curso les ha permitido acompañar a pacientes moribundos y sus familias de manera más significativa, incluso desafiando las concepciones médicas tradicionales sobre la esperanza.
- Muchos participantes, como María Guadalupe (docente jubilada) y Julieta Lozano (con múltiples pérdidas personales), encontraron en el curso herramientas no solo para su propia sanación de duelos complicados, sino también para ayudar a otros, viendo la tanatología como un camino hacia una "comprensión más saludable" de la vida.
- La experiencia de Betty Zúñiga, voluntaria en un hospital, valida la eficacia del modelo en grupos de apoyo mutuo. Ella observa que las personas "empiezan a sanar porque ya saben lo que está sucediendo" a nivel biopsicosocial y espiritual, logrando resultados más rápidos y sostenibles en comparación con métodos anteriores.
- Participantes como Selene, quien ha vivido múltiples traumas, destacan cómo el curso les proporciona la base teórica para comprender y aplicar en la práctica lo que ya intuían por experiencia propia, permitiéndoles servir de manera más efectiva.
- Incluso personas sin formación previa en salud o tanatología, como Gabi y Natalie, expresan su motivación para estudiar formalmente tanatología y usar sus nuevas herramientas para apoyar a otros en sus pérdidas.
En general, los asistentes reportan sentirse más seguros, empoderados y con un propósito claro para abordar las pérdidas, tanto personales como en su labor de acompañamiento. La frase "integra la vida y la muerte a tu vida para poder dar paso a la esperanza" resuena como un lema inspirador del curso.
Conclusión
"La Esperanza en Tanatología" no es solo un curso, sino una invitación a una nueva forma de ver y vivir el proceso de duelo. Bajo la experta guía de la Maestra Marta Cecilia Mercado Aranda, los participantes son equipados con una metodología robusta y probada, que fusiona la ciencia de las neurociencias y la sabiduría de la logoterapia, para transformar el sufrimiento en un camino de crecimiento y significado. La posibilidad de aplicar estos modelos en el ámbito personal, familiar y profesional, hace de este curso una inversión invaluable para cualquiera que busque fomentar la salud integral y la esperanza en los momentos más desafiantes de la vida. Es una oportunidad para aprender a ser un "cazador de buenos momentos", incluso en medio de la adversidad, y así continuar viviendo a pesar de la pérdida, sin quedarse "incapacitado para el amor".
Acreditación/Certificación Relevante
El curso se inscribe dentro de un programa de educación continua avalado por la vasta experiencia de la Maestra Mercado Aranda y las colaboraciones de su centro Kaipping con instituciones académicas y de salud de renombre, incluyendo la UNAM (a través de la ENEO y FES Iztacala) y el Hospital General de México. Además, el modelo salutogénico para restablecer la pérdida y el duelo ha sido registrado, lo que subraya la solidez y originalidad de su propuesta.
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