viernes, 13 de enero de 2012

EL DUELO ANTE LA PÉRDIDA POR DESASTRES DE FENÓMENOS NATURALES


Cada día en nuestro país se presentan con mayor frecuencia anualmente fenómenos Hidrometeorológicos, lo que trae como consecuencia lluvias atípicas, inundaciones, deslaves, bajadas de lodo en carreteras municipales y estatales, crecimiento del borde los ríos; todo ello hace que el riesgo de la población aumente y que al no tener una cultura de la auto protección, cuando se presentan estos sucesos exista pérdida de vidas de seres queridos, así como de bienes materiales.

Esto nos hace reflexionar sobre cómo debemos prepararnos para este tipo de riesgos que se vuelven peligros para nuestros seres queridos y nosotros; una forma es creando nuestro Plan Familiar de Protección Civil, detectando todos los tipos de riesgos que rodean a nuestro hogar y a nuestra comunidad, así como las zonas en que se encuentran las instalaciones de trabajo.

Pero cuando nos convertimos en damnificados por la pérdida de nuestros bienes materiales o de nuestro área de trabajo que está en la zona de la inundación del derrumbe o de las márgenes del río; es conveniente recordar que todo duelo tiene un inicio, pero que también hay que aprender a superarlo día a día, buscando soluciones y recibiendo apoyo tanatológico de los expertos en el área; para poder construir el diseño de nuestro Plan de Restablecimiento ante ese tipo Duelo que siempre es muy personal, con acciones cortas alcanzables para crear impulsos positivos. Ya que cuando la pérdida se nos presenta después de cumplir cincuenta años de edad, desde la zona que nos asignan en los albergues temporales, nos deprimen, sentimos que no nos hacen caso, nos molesta el ruido, etc., etc., pero nosotros tenemos que llenarnos de paciencia y darnos cuenta que se inicia un nuevo tipo de vida, a la que tenemos que adaptarnos para salir adelante.

Si ante este tipo de problema de estar como damnificado se une la pérdida de un ser querido por que lo reportan como desaparecido, no debemos de perder la esperanza de encontrarlo en algún otro alberque o con algún familiar; en lugar de darlo por muerto, ya que este tipo de depresión se volverá mixta y será más difícil superarla; si el caso es que falleció debemos de reconocer el cuerpo ante las autoridades pertinentes y buscar en nuestro ser espiritual refugio, así como con el tanatólogo experto que nos guiara para reconfortarnos, escucharnos, brindarnos apoyo dentro de sus posibilidades y encontrar el camino para la aceptación de lo que se nos presentó en esta vida.

Ferdinard Recio Solano.
Vicepresidencia Área Humanística de la Asociación Mexicana de Tanatología, A.C.

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