CORONAVIRUS: EXPERIENCIA DE OPORTUNIDAD
Este
virus diminuto está provocando que la humanidad active el freno de mano a la
actividad vertiginosa y cotidiana en la que estábamos inmersos, la vida es
dinámica, está en constante movimiento y esta desaceleración abrupta es otro
movimiento de la vida, lo que está generando pérdidas y ganancias, por lo
tanto, nos encontramos afrontando diferentes procesos de duelo de manera
personal, y colectiva, e incluso global, porque el covid 19 no identifica
fronteras.
Y
el duelo no es otra cosa que el proceso de dolor que resulta a cualquier
pérdida significativa, y en la actual contingencia sanitaria estamos
experimentando diferentes tipos de pérdidas simultáneas, por ejemplo: el
encierro en casa nos evidencia perder la libertad de ir y venir por doquier
como estábamos acostumbrados, nos cambia la rutina, muchas personas pierden el
trabajo y el poder adquisitivo, los estudiantes están perdiendo poder ir a la
escuela, sociabilizar y avanzar en sus estudios porque no todos tienen la
posibilidad de tener clases en línea, se pierde la seguridad de conservar la
salud ya que el covid 19 es altamente contagioso y mientras la pandemia no se
controle todos corremos el riesgo de ser infectados, habrá personas que incluso
pierdan la vida, se ha perdido la oportunidad de salir a vacacionar en estos
días que en situación ordinaria son días de vacaciones escolares, y otra
pérdida que nos cuesta mucho es el abstenernos de manifestar afecto, nuestra
cultura es de “apapacho” y no poder saludar de beso y abrazo también es algo
que nos está costando, porque esos besos y abrazos los dejamos reprimidos, a
los adultos mayores y personas devotas les es difícil no poder asistir a sus
cultos religiosos, y como estas pérdidas hay muchas más… La soledad para
quienes deben de aislarse totalmente solos no es fácil para todos pues el
silencio prolongado en ocasiones enferma.
Pero,
aunque el panorama parece terrible, no todo es pérdida en este momento, también
hay ganancias, estamos ganando la posibilidad de convivir con los nuestros, y
aún cuando después de convivir de manera obligada porque no podemos salir al
trabajo, a la escuela, al gym, a la estética, al cine, al café, al restaurante, etc., nos damos cuenta de que
esta es una oportunidad para reconocernos, para reconciliarnos, para resolver
situaciones sin resolver, y esta experiencia nos está brindando la oportunidad
de unirnos más, de dialogar, de observarnos, y empatizar unos con otros, al
final de la cuarentena nuestras familias se abran reacomodado, y muchas
terminarán más integradas. Me parece que es un tiempo en el que se pone a
prueba toda la esencia del ser humano, su parte física, pues si no cooperamos
podemos perder la salud, la parte psicológica, ya que las emociones se
manifiestan con mucha facilidad en el encierro, hay personas en las que el
miedo y el enojo, la incertidumbre, o ansiedad se desbordan. La parte social y
afectiva, no hay interacción social con nadie que no sea la familia nuclear, y
al paso de las semanas también es posible que en las familias se generen
conflictos. Pero esto es realmente una oportunidad de expresarnos el amor a
sana distancia, de resolver diferencias, es una oportunidad de descansar con el
cambio de actividad, porque aún cuando realicemos actividades de home office,
descansamos del tráfico, de los traslados, de la contaminación, y esto también
pasará, la naturaleza necesitaba parar al hombre y nos ha frenado, pero también
en esta etapa hemos tenido la oportunidad maravillosa de aprovechar de mejor
manera nuestros tiempos. Y la parte espiritual, pues estamos teniendo tiempo y
oportunidad de reflexionar, de contactar con nuestra esencia y trabajar en la
relación con nosotros mismos y con la relación que tenemos con Dios, de orar y
meditar. Estamos en momentos en los que nuestros valores salen a flote.
La palabra Duelus (dolor),
viene de Duellum y significa guerra, combate, desafío, y es esto justamente lo
que enfrentamos ahora como humanidad, un desafío mayúsculo ante esta pandemia.
Psicológicamente el duelo es la respuesta emocional ante la pérdida. “El duelo es un proceso natural y muy complejo
que afecta a la totalidad de la persona a nivel físico, emocional, cognitivo y
espiritual. Durante este proceso la persona pasa por una serie de fases”.
(William Worden,1997). La función del duelo es restituir y sanar. “La
función del proceso del duelo es elaborar el impacto de la pérdida y adaptarse
a la nueva situación”. (Payás, A.,2010). A pesar de
experimentar sufrimiento y malestar emocional, la persona en duelo puede estar
viviendo un cambio profundo”. Existe un crecimiento en la persona que se
refleja en la percepción de sí mismo, del sentido de la vida y las relaciones
con los demás.
El duelo siempre
tiene un para qué, y Kübler-Ross nos dice que este proceso emocional consta de
cinco etapas: Negación, Ira, Negociación Depresión, Aceptación. Pero en la
actualidad se le han agregado dos etapas importantes: Restablecimiento y Crecimiento.
El duelo como ya he
mencionado es un proceso emocional, y no podemos evitar las emociones, las
cuales son instintivas, con poco tiempo de duración, pero si podemos modificar
los pensamientos que acompañan, agudizan o intensifican la emoción.
No podemos olvidar
que cada persona afronta y experimenta los mismos duelos de manera diferente,
las etapas las puede vivir cada individuo en diferente orden e intensidad, lo
importante es no permitir que las emociones nos sobrepasen y recordar que esta
experiencia que hoy llamamos coronavirus o covid 19, es oportunidad y reto para
ser mejores personas y reactivar al mundo de mejor manera. Tenemos la
oportunidad de crecer como personas y como humanidad, soltando lo que está de
más, asumir el proceso de lo que deba de irse y abrirnos a lo que venga con
mayor autoconocimiento, autorregulación, empatía, optimismo, identificación
emocional y buen manejo de relaciones con quienes nos rodean. Realmente
considero que el famoso Coronavirus es en nuestras vidas oportunidad de
crecimiento, creatividad, motivación, para superar los retos que trae consigo.
Psic. Margarita Dávila Robledo
Abril de 2019
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