Por Mec Consultores Asociados - Ritos y  costumbres históricas van desapareciendo y le dejan lugar a nuevas  formas y simbologías. Valorización de la vida, naturalización de la  muerte y un menor tabú, aparecen como claves de la época.
 
Con el objetivo de echar luz sobre las  “Tendencias actuales y caminos de evolución en torno a los rituales  funerarios de la contemporaneidad”, MEC Consultores Asociados realizó el  primer estudio cualitativo de carácter exploratorio aplicando nuevas  herramientas que revitalizan y potencian a los focus groups. Dicho  estudio fue presentado en el Foro Nacional de tanatología realizado en  Rosario en junio de 2011.
 En rigor, el estudio se hizo a pedido de  la empresa Servicios Caramuto en Rosario, y arrojó resultados que  permiten detectar profundos cambios socio culturales que afectan los  comportamientos sociales. El Gerente General de Caramuto, Sergio López,   tenía por objetivo contar con una “lectura prospectiva” de las  tendencias que afectan las percepciones asociadas a la muerte hasta  arribar a una acabada comprensión del impacto que éstas podrían tener  sobre la demanda de servicios fúnebres.
 Según el momento histórico en el que se  encuentren, las sociedades enfrentan con distintos ojos la hora del  final. Las modificaciones que han experimentado los ritos funerarios han  sido lentas y casi imperceptibles a lo largo de los siglos, sin  embrago, en la actualidad se encuentran en un proceso de transformación  mucho más visible. En una generación, la actitud dio un vuelco  llamativo: lo que ordenaba la conciencia individual o colectiva es  rechazado y un claro ejemplo de eso es el luto. Por otra parte, lo que  era rechazado, ahora se recomienda, como la actitud de no realizar el  velatorio o utilizar la cremación como opción.
 “El siglo XXI trajo consigo una forma de  vida `líquida´-como la describe el sociólogo Zygmunt Bauman - marcada  por la inestabilidad y las indefiniciones. El auge de la individualidad  marcó el debilitamiento progresivo de la red de lazos sociales. La  glorificación del cuerpo, de la salud y de los jóvenes constituyen el  centro del sentido de la vida. El bienestar, el disfrutar la vida y el  evitar el dolor son las metas de la subjetividad contemporánea. Existe  la sensación de que todo puede ser construido y cambiado desde uno  mismo, así es que se vive en una época que vira hacia el eclecticismo  religioso. En ese contexto, el aumento de la esperanza de vida y los  adelantos científicos intentan `resistir a la muerte´, alimentando la  íntima fantasía o coqueteo con la inmortalidad”, describió Ariel  Secondo, director de MEC Consultores, en base a las conclusiones que se  desprendieron del estudio.
 Asimismo, una de las características que  se refleja en la actualidad es que la muerte ha dejado de ser un  problema humano y religioso para pasar a ser un problema de  funcionamiento del cuerpo. Nace de esta forma una nueva dialéctica entre  naturaleza y ciencia. “Es cuestión de no vivir la muerte como algo tan  dramático y doloroso y empezar a convivir con la idea de que es otra  instancia de la vida”, coincidieron las personas que integraban uno de  los grupos expuestos al análisis.
 Nuevos duelos: actitud frente a la muerte de un ser querido
 “En el pasado se pensaba: `algo de mí se  ha ido con el´. Ahora, se ve una nueva tendencia: `algo de él se ha ido  con la muerte´. Antes, con los rituales funerarios (velatorio y  entierro) se iniciaba el trabajo del duelo y la presencia del cadáver  ayudaba a la confirmación de que ese ser querido no existía más. En  cambio ahora, a partir del momento de la muerte del otro, con baja  esperanza de que haya algo después, en un mismo acto el sujeto  contemporáneo separa la vida de la muerte, los vivos de los muertos, la  persona que murió de su cuerpo”, explica el informe, aunque con una  salvedad: “Lo verdaderamente intolerable sería la muerte de un hijo, la  fatalidad de un accidente, o el fallecimiento de las personas jóvenes.  Ahí ocurre una invasión del dolor frente a algo que no encuentra  sentido”.
 La seguridad que brindaba el rito  colectivo ha sido desplazada por la incertidumbre y la inquietud en el  plano personal. Hoy, el acto (el velatorio y el entierro) separa la  muerte de la elaboración del duelo. En estos casos se produciría cierto  rechazo a la simbología propia de la muerte, algo que se traduce también  en un rechazo a quedarse con la imagen del cuerpo muerto como última  imagen. Así, se afronta otra actitud ante la elaboración del duelo,  caracterizada como personal, íntima, singular, que compromete una  dimensión de tiempo subjetiva, un trabajo psicológico, separándolo de  las costumbres que acompañan a la muerte como puede ser el hecho de  llevar luto. Se pone en juego otro tipo de despedida y de homenaje.
 Tendencias en los rituales funerarios
 El estudio realizado demostró  que no se  está en presencia de una muerte “sin rito”, o camino a la desaparición  de los rituales funerarios, sino que la tendencia varió, las modas se  imponen y los rituales se modernizaron, en sintonía con los cambios de  época. Adquieren así nuevas formas y nuevos significados.
 Antes había normas y pautas  pre-establecidas: el luto obligatorio, las lloronas, el tarjetero. Todo  tenía un fuerte sentido social-comunitario: el ritual fortalecía lazos  sociales, el muerto era parte de la comunidad, y quedaban expuestas  también fuertes diferencias por nivel socioeconómico.
 Pero luego de un cambio generacional  profundo, se abandona la costumbre de velar en casas particulares (esta  práctica hoy se circunscribiría a los segmentos más humildes) y se  introducen nuevas costumbres: las casas velatorias y los sistemas  Pre-pagos  de cobertura de sepelio. Esto vendría acompañado de cambios  en la subjetividad: flexibilización de las conductas; privatización de  los cementerios, nuevas éticas y nuevas estéticas.
 Cambios en las despedidas
 Antes los velatorios eran prolongados,  en sitios solemnes, con mármoles y bronces que daban un aspecto lúgubre y  hasta morboso al entorno. Los entierros tenían lugar en su mayoría en  cementerios públicos, cargados de imágenes, placas y monumentos.
 En cambio ahora, los velatorios tienden a  ser más breves, cerrados por la noche o incluso se prescinde de él. Se  hacen en lugares que se asemejan más al living de una casa, con  catering, desayunos, menos presencia de flores y/o arreglos. Por otra  parte, aparecieron los cementerios privados que proponen un contacto con  la naturaleza y se dio una creciente tendencia a la cremación junto con  el rechazo a bóvedas y nichos.
 “En lo que respecta a Rosario se está en  un momento de transición. La sociedad local hoy recibe la influencia de  las tendencias que se generan en los grandes centros urbanos como  Buenos Aires, y reconoce una flexibilización de las normas que obligaban  a extender el velatorio a 24hs o las creencias que prohibían la  cremación.  Acepta las demandas de las nuevas generaciones, que  atraviesan la despedida de un ser querido de un modo diferente a las  generaciones anteriores”, amplió Alejandra Poloni, directora de Mec  Consultores Asociados.
 Así, como parte de los cambios  culturales que se viven en esta época se destacan el privilegio de la  simplicidad; el sinceramiento de los vínculos, sin hipocresía y con  menos formalidad; la valoración de lo descontracturado o relajado como  respuesta al dramatismo; la aceptación de la diversidad ideológica y  religiosa (“Hay otra vida después de la muerte”); la apropiación de  nuevos modos de despedida: deseos de despedir con tranquilidad, sin  ostentar la pena. Se da también una búsqueda de la armonía perdida donde  empieza a tallar el impacto de otras filosofías, tales como las  orientales, o el yoga.
 En lo que respecta a los lugares donde  la muerte tiene una presencia inevitable como los cementerios o las  salas velatorias, se le da un privilegio a la claridad visual, a la  armonía y la ligereza: utilización del color blanco, como símbolo del  equilibrio. Se comenzaría a prescindir de los símbolos y signos  tradicionales de la muerte como cruces de bronce, velas, coronas,  crisantemos. En lo que respecta a los aromas, se preferiría que no sean  invasivos ni fuertes, imponiéndose una demanda por vivir experiencias  agradables a los sentidos.
 En ese marco, aparecen nuevos valores  como la "discreción", que se presenta como la versión moderna de la  dignidad: la muerte debe ser silenciosa y no debe crear problemas a los  supervivientes. Un nuevo valor se agrega en la sociedad: ser previsor,  no dejar cargas económicas ni complicaciones a los deudos.
 Así, de cara al futuro, los  entrevistados trazaron caminos posibles en el marco de un nuevo concepto  de despedida: Cada familia decide qué desea hacer y cómo, marcando  cierta “originalidad” en el modo de vivir y de morir. Aquí entran en  juego los velatorios con espacios al aire libre o dentro de los  cementerios parque.
 Estaríamos ante un momento de  deconstrucción de las “pompas fúnebres”: la tendencia es a la no  exhibición del cuerpo (ataúd cerrado, no uso de maquillaje y ropas que  simulen estar vivo). Velatorios más cortos, aliviantes y menos  opresivos.
 En ese marco comienzan a tener cabida la  música, la comida y las bebidas. Como es lógico pensar, la tecnología  también hace su entrada en las salas velatorias al servicio de la  conectividad cuidando no caer en snobismo o morbosidad. La tecnología  así estará al servicio de favorecer el vínculo entre familiares, crear  lazos para expresarse (video conferencias con familiares que estén en el  exterior) o para ayudar en el homenaje hacia el ser querido  desaparecido a través del “buen recuerdo” (videos, fotos de momentos  gratos).
 La tendencia indica que las decisiones  serán tomadas con anterioridad al momento de la muerte y que, poco a  poco, la sociedad irá venciendo el tabú a hablar de la muerte, en la  medida que cada vez acepte más a la muerte como un hecho natural. No  está instalado hoy, pero todo indica que se podría ir en ese sentido.
 Sergio López, Gerente General de  Servicios Caramuto destacó la utilidad de la investigación tanto para la  toma de decisiones estratégicas respecto de la orientación futura del  negocio como así también la contribución del estudio en cuestiones que  van desde el lanzamiento de nuevos servicios hasta reformas edilicias  profundas para adecuar la estructura física a las nuevas tendencias y  exigencias del mercado.
 La cremación
 La cremación es una tendencia en  crecimiento que genera opiniones polarizadas ya que entran en juego al  menos tres factores: el simbólico (Representa la exteriorización de la  última voluntad o deseo  de un ser querido), el racional (Menores  costos/gastos: Desvincula a los deudos de la tareas que representa el  cuidado de las tumbas), y el imaginario (No tomar contacto visual con el  cuerpo muerto, ni con su tumba). La cremación -más que otras  tendencias- pone en acto lo efímero de la vida.
 Ficha técnica del estudio:
 Universo bajo estudio: Personas que  hayan transitado por alguna experiencia de pérdida de un ser querido en  los últimos 2 años, excluyendo a quienes hayan pasado por esta situación  en los últimos 6 meses.
 Se desarrollaron 4 focus grupos de  características particulares cuya segmentación se correspondió  a  niveles socioeconómicos medio-altos (C1) y medios (C2-C3) y a dos  franjas etárias (25 a 40 años y 45 a 60 años). Todos los grupos  estuvieron integrados por participantes de ambos sexos.
 Detalles metodológicos: Los grupos  tuvieron una extensión superior a lo que normalmente se estila, fue de  dos horas y media cada encuentro.
 No se trata de “talleres de tendencias”  en los que habitualmente participan referentes expertos sobre una  temática dada, sino de un estudio de carácter exploratorio sobre  tendencias actuales y caminos de evolución en torno de una problemática  absolutamente contemporánea.
 Dada la dificultad de abordaje de la  temática vinculada a la muerte y sus ritos, se optó por combinar  diferentes métodos de aproximación, procurando articular el discurso  verbal con técnicas proyectivas que permitan expresar opiniones,  emociones y creencias de forma desestructurada e indirecta. Se procuró  crear un ambiente estimulante para la participación del entrevistado  evitando cualquier estímulo que pudiese “bloquear” o perturbar una  dinámica grupal fluida.
 En esta ocasión se apeló a trabajar con  relatos, collage y juegos, entre otras técnicas de aproximación al  objeto de estudio más específicas.
 Acerca de Mec Consultores Asociados SRL:
 Sociedad de consultoría que ofrece  servicios de investigación de mercados, consultoría en marketing y  reingeniería de procesos desde 1990. Con sede en Rosario, ha articulado  uno de los equipos interdisciplinarios más importantes del interior del  país. Trabaja normalmente para medianas y grandes empresas en todo el  territorio de Argentina y desarrolla investigaciones en el cono sur.