lunes, 22 de agosto de 2011

Cómo nos paramos los argentinos ante la muerte

Por Mec Consultores Asociados - Ritos y costumbres históricas van desapareciendo y le dejan lugar a nuevas formas y simbologías. Valorización de la vida, naturalización de la muerte y un menor tabú, aparecen como claves de la época.




Con el objetivo de echar luz sobre las “Tendencias actuales y caminos de evolución en torno a los rituales funerarios de la contemporaneidad”, MEC Consultores Asociados realizó el primer estudio cualitativo de carácter exploratorio aplicando nuevas herramientas que revitalizan y potencian a los focus groups. Dicho estudio fue presentado en el Foro Nacional de tanatología realizado en Rosario en junio de 2011.

En rigor, el estudio se hizo a pedido de la empresa Servicios Caramuto en Rosario, y arrojó resultados que permiten detectar profundos cambios socio culturales que afectan los comportamientos sociales. El Gerente General de Caramuto, Sergio López, tenía por objetivo contar con una “lectura prospectiva” de las tendencias que afectan las percepciones asociadas a la muerte hasta arribar a una acabada comprensión del impacto que éstas podrían tener sobre la demanda de servicios fúnebres.

Según el momento histórico en el que se encuentren, las sociedades enfrentan con distintos ojos la hora del final. Las modificaciones que han experimentado los ritos funerarios han sido lentas y casi imperceptibles a lo largo de los siglos, sin embrago, en la actualidad se encuentran en un proceso de transformación mucho más visible. En una generación, la actitud dio un vuelco llamativo: lo que ordenaba la conciencia individual o colectiva es rechazado y un claro ejemplo de eso es el luto. Por otra parte, lo que era rechazado, ahora se recomienda, como la actitud de no realizar el velatorio o utilizar la cremación como opción.

“El siglo XXI trajo consigo una forma de vida `líquida´-como la describe el sociólogo Zygmunt Bauman - marcada por la inestabilidad y las indefiniciones. El auge de la individualidad marcó el debilitamiento progresivo de la red de lazos sociales. La glorificación del cuerpo, de la salud y de los jóvenes constituyen el centro del sentido de la vida. El bienestar, el disfrutar la vida y el evitar el dolor son las metas de la subjetividad contemporánea. Existe la sensación de que todo puede ser construido y cambiado desde uno mismo, así es que se vive en una época que vira hacia el eclecticismo religioso. En ese contexto, el aumento de la esperanza de vida y los adelantos científicos intentan `resistir a la muerte´, alimentando la íntima fantasía o coqueteo con la inmortalidad”, describió Ariel Secondo, director de MEC Consultores, en base a las conclusiones que se desprendieron del estudio.

Asimismo, una de las características que se refleja en la actualidad es que la muerte ha dejado de ser un problema humano y religioso para pasar a ser un problema de funcionamiento del cuerpo. Nace de esta forma una nueva dialéctica entre naturaleza y ciencia. “Es cuestión de no vivir la muerte como algo tan dramático y doloroso y empezar a convivir con la idea de que es otra instancia de la vida”, coincidieron las personas que integraban uno de los grupos expuestos al análisis.

Nuevos duelos: actitud frente a la muerte de un ser querido

“En el pasado se pensaba: `algo de mí se ha ido con el´. Ahora, se ve una nueva tendencia: `algo de él se ha ido con la muerte´. Antes, con los rituales funerarios (velatorio y entierro) se iniciaba el trabajo del duelo y la presencia del cadáver ayudaba a la confirmación de que ese ser querido no existía más. En cambio ahora, a partir del momento de la muerte del otro, con baja esperanza de que haya algo después, en un mismo acto el sujeto contemporáneo separa la vida de la muerte, los vivos de los muertos, la persona que murió de su cuerpo”, explica el informe, aunque con una salvedad: “Lo verdaderamente intolerable sería la muerte de un hijo, la fatalidad de un accidente, o el fallecimiento de las personas jóvenes. Ahí ocurre una invasión del dolor frente a algo que no encuentra sentido”.

La seguridad que brindaba el rito colectivo ha sido desplazada por la incertidumbre y la inquietud en el plano personal. Hoy, el acto (el velatorio y el entierro) separa la muerte de la elaboración del duelo. En estos casos se produciría cierto rechazo a la simbología propia de la muerte, algo que se traduce también en un rechazo a quedarse con la imagen del cuerpo muerto como última imagen. Así, se afronta otra actitud ante la elaboración del duelo, caracterizada como personal, íntima, singular, que compromete una dimensión de tiempo subjetiva, un trabajo psicológico, separándolo de las costumbres que acompañan a la muerte como puede ser el hecho de llevar luto. Se pone en juego otro tipo de despedida y de homenaje.

Tendencias en los rituales funerarios

El estudio realizado demostró que no se está en presencia de una muerte “sin rito”, o camino a la desaparición de los rituales funerarios, sino que la tendencia varió, las modas se imponen y los rituales se modernizaron, en sintonía con los cambios de época. Adquieren así nuevas formas y nuevos significados.

Antes había normas y pautas pre-establecidas: el luto obligatorio, las lloronas, el tarjetero. Todo tenía un fuerte sentido social-comunitario: el ritual fortalecía lazos sociales, el muerto era parte de la comunidad, y quedaban expuestas también fuertes diferencias por nivel socioeconómico.

Pero luego de un cambio generacional profundo, se abandona la costumbre de velar en casas particulares (esta práctica hoy se circunscribiría a los segmentos más humildes) y se introducen nuevas costumbres: las casas velatorias y los sistemas Pre-pagos de cobertura de sepelio. Esto vendría acompañado de cambios en la subjetividad: flexibilización de las conductas; privatización de los cementerios, nuevas éticas y nuevas estéticas.

Cambios en las despedidas

Antes los velatorios eran prolongados, en sitios solemnes, con mármoles y bronces que daban un aspecto lúgubre y hasta morboso al entorno. Los entierros tenían lugar en su mayoría en cementerios públicos, cargados de imágenes, placas y monumentos.

En cambio ahora, los velatorios tienden a ser más breves, cerrados por la noche o incluso se prescinde de él. Se hacen en lugares que se asemejan más al living de una casa, con catering, desayunos, menos presencia de flores y/o arreglos. Por otra parte, aparecieron los cementerios privados que proponen un contacto con la naturaleza y se dio una creciente tendencia a la cremación junto con el rechazo a bóvedas y nichos.

“En lo que respecta a Rosario se está en un momento de transición. La sociedad local hoy recibe la influencia de las tendencias que se generan en los grandes centros urbanos como Buenos Aires, y reconoce una flexibilización de las normas que obligaban a extender el velatorio a 24hs o las creencias que prohibían la cremación. Acepta las demandas de las nuevas generaciones, que atraviesan la despedida de un ser querido de un modo diferente a las generaciones anteriores”, amplió Alejandra Poloni, directora de Mec Consultores Asociados.

Así, como parte de los cambios culturales que se viven en esta época se destacan el privilegio de la simplicidad; el sinceramiento de los vínculos, sin hipocresía y con menos formalidad; la valoración de lo descontracturado o relajado como respuesta al dramatismo; la aceptación de la diversidad ideológica y religiosa (“Hay otra vida después de la muerte”); la apropiación de nuevos modos de despedida: deseos de despedir con tranquilidad, sin ostentar la pena. Se da también una búsqueda de la armonía perdida donde empieza a tallar el impacto de otras filosofías, tales como las orientales, o el yoga.

En lo que respecta a los lugares donde la muerte tiene una presencia inevitable como los cementerios o las salas velatorias, se le da un privilegio a la claridad visual, a la armonía y la ligereza: utilización del color blanco, como símbolo del equilibrio. Se comenzaría a prescindir de los símbolos y signos tradicionales de la muerte como cruces de bronce, velas, coronas, crisantemos. En lo que respecta a los aromas, se preferiría que no sean invasivos ni fuertes, imponiéndose una demanda por vivir experiencias agradables a los sentidos.

En ese marco, aparecen nuevos valores como la "discreción", que se presenta como la versión moderna de la dignidad: la muerte debe ser silenciosa y no debe crear problemas a los supervivientes. Un nuevo valor se agrega en la sociedad: ser previsor, no dejar cargas económicas ni complicaciones a los deudos.

Así, de cara al futuro, los entrevistados trazaron caminos posibles en el marco de un nuevo concepto de despedida: Cada familia decide qué desea hacer y cómo, marcando cierta “originalidad” en el modo de vivir y de morir. Aquí entran en juego los velatorios con espacios al aire libre o dentro de los cementerios parque.

Estaríamos ante un momento de deconstrucción de las “pompas fúnebres”: la tendencia es a la no exhibición del cuerpo (ataúd cerrado, no uso de maquillaje y ropas que simulen estar vivo). Velatorios más cortos, aliviantes y menos opresivos.

En ese marco comienzan a tener cabida la música, la comida y las bebidas. Como es lógico pensar, la tecnología también hace su entrada en las salas velatorias al servicio de la conectividad cuidando no caer en snobismo o morbosidad. La tecnología así estará al servicio de favorecer el vínculo entre familiares, crear lazos para expresarse (video conferencias con familiares que estén en el exterior) o para ayudar en el homenaje hacia el ser querido desaparecido a través del “buen recuerdo” (videos, fotos de momentos gratos).

La tendencia indica que las decisiones serán tomadas con anterioridad al momento de la muerte y que, poco a poco, la sociedad irá venciendo el tabú a hablar de la muerte, en la medida que cada vez acepte más a la muerte como un hecho natural. No está instalado hoy, pero todo indica que se podría ir en ese sentido.

Sergio López, Gerente General de Servicios Caramuto destacó la utilidad de la investigación tanto para la toma de decisiones estratégicas respecto de la orientación futura del negocio como así también la contribución del estudio en cuestiones que van desde el lanzamiento de nuevos servicios hasta reformas edilicias profundas para adecuar la estructura física a las nuevas tendencias y exigencias del mercado.

La cremación

La cremación es una tendencia en crecimiento que genera opiniones polarizadas ya que entran en juego al menos tres factores: el simbólico (Representa la exteriorización de la última voluntad o deseo de un ser querido), el racional (Menores costos/gastos: Desvincula a los deudos de la tareas que representa el cuidado de las tumbas), y el imaginario (No tomar contacto visual con el cuerpo muerto, ni con su tumba). La cremación -más que otras tendencias- pone en acto lo efímero de la vida.

Ficha técnica del estudio:

Universo bajo estudio: Personas que hayan transitado por alguna experiencia de pérdida de un ser querido en los últimos 2 años, excluyendo a quienes hayan pasado por esta situación en los últimos 6 meses.

Se desarrollaron 4 focus grupos de características particulares cuya segmentación se correspondió a niveles socioeconómicos medio-altos (C1) y medios (C2-C3) y a dos franjas etárias (25 a 40 años y 45 a 60 años). Todos los grupos estuvieron integrados por participantes de ambos sexos.

Detalles metodológicos: Los grupos tuvieron una extensión superior a lo que normalmente se estila, fue de dos horas y media cada encuentro.

No se trata de “talleres de tendencias” en los que habitualmente participan referentes expertos sobre una temática dada, sino de un estudio de carácter exploratorio sobre tendencias actuales y caminos de evolución en torno de una problemática absolutamente contemporánea.

Dada la dificultad de abordaje de la temática vinculada a la muerte y sus ritos, se optó por combinar diferentes métodos de aproximación, procurando articular el discurso verbal con técnicas proyectivas que permitan expresar opiniones, emociones y creencias de forma desestructurada e indirecta. Se procuró crear un ambiente estimulante para la participación del entrevistado evitando cualquier estímulo que pudiese “bloquear” o perturbar una dinámica grupal fluida.

En esta ocasión se apeló a trabajar con relatos, collage y juegos, entre otras técnicas de aproximación al objeto de estudio más específicas.

Acerca de Mec Consultores Asociados SRL:

Sociedad de consultoría que ofrece servicios de investigación de mercados, consultoría en marketing y reingeniería de procesos desde 1990. Con sede en Rosario, ha articulado uno de los equipos interdisciplinarios más importantes del interior del país. Trabaja normalmente para medianas y grandes empresas en todo el territorio de Argentina y desarrolla investigaciones en el cono sur.

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